jueves, 27 de febrero de 2014

aislada completamente del mundo..

Nuestro profesor de filosofía nos propuso una actividad que trataba de estar callado las 24 horas de un día, sin poder comunicarte de ninguna forma, aislada completamente del mundo, algo que para mi era casi imposible. Al principio no sabía si apuntarme o no, ya que hay que tener el valor suficiente para soportar un día entero sin hablar. Al final, me decidí, y me apunté.
El día 18 de febrero, fue el día que me tocaba estar sin hablar ni comunicarme, fue un tanto extraño ya que yo soy una persona que no puede estar callada, vamos, que hablo por los codos. Para colmo, mis compañeros eran tan graciosos que querían que de alguna forma hablase, y así fue, un compañero me hizo hablar, pero fue algo involuntario.A lo largo del día, te vas dando cuenta de que cada vez se te hace más difícil eso de no hablar, cada vez te cuesta mas, cada vez tienes mas ganas de comunicarte con la gente, de escuchar tu propia voz.
Lo peor para mí fue cuando fui a comer con mi madre a un restaurante, no podía hablar con ella, no podía decir lo que quería comer, pero eso, lo superé. Menos mal que ese día tenía que estudiar para un examen, sino, pienso que me hubiese muerto de el aburrimiento. Pero todavía no había llegado lo peor, el tiempo de mi entrenamiento de voleibol, eso si que fue lo peor, porque no podía hablar con ninguna de las niñas de mi equipo, no podía decir absolutamente nada, era horrible.
El final del día llegaba, y yo me moría de ganas por hablar, por comunicarme como sea, creo que no he tenido más ganas de hablar que ninguna otra vez. Llegaron las 12, y al final, hablé, menos mal, pensé que no iba a aguantar, pero aguanté. Al día siguiente, me harté de hablar, no me lo creía, era como si hubiese estado callada durante toda mi vida.

Para mi, esta experiencia va a ser inolvidable, he aprendido muchísimas cosas. Ha sido un reto muy difícil, pero no imposible como yo pensaba, he aprendido que comunicarse es esencial, se pasa muy mal cuando no tienes como comunicarte o con quién comunicarte, por eso, no hay que dejar a gente marginada, sino todo lo contrario, hay que animarlas a que se comuniquen con los demás y que mantenga un poco de vida social con amigos con los que poder salir. Con esta experiencia te das cuenta de que somos unos privilegiados por poder hablar, ya que por ejemplo, los mudos no pueden hablar, aunque tengan su propio lenguaje de sordo-mudos. Debemos ayudar a la gente a comunicarse con los demás, es imprescindible para que nadie se quede solo, es muy importante ayudar a los demás como otros nos han ayudado a nosotros.

1 comentario:

  1. Bueno,me ha parecido una experiencia inolvidable,creo, por como lo has comentado todo,me hubiera gustado muchísimo tenerla ya que nunca me he visto en esa situación y debe de ser gracioso con lo que me gusta ami también hablar,que a veces pienso que hasta sola hablo.
    Muy gracioso cuando has dicho que al siguiente día no parabas de hablar,y es normal,después de un día entero sin hablar no es para menos.Aunque se te escapó una frase pequeñita pero fue por culpa de tus compañeros que te provocaron.
    La última reflexión que haces sobres los mudos/sordo-mudos pienso que es útil para así darnos cuenta de cómo lo pasan algunas personas al no poder comunicarse con otras con su propia voz y por lo menos,tener esa sensación 24 horas ¡que no son pocas!

    ResponderEliminar