jueves, 6 de marzo de 2014

Tomar la comida al revés..

Estábamos un día en clase y nuestro profesor de filosofía nos propuso realizar experiencias de un libro que hablaba sobre ellas. Es obvio que yo me apunté,  que aunque me cueste me encanta hacer las cosas. 

El experimento que yo hice fue tomar la comida al revés, que me llamó mucho la atención ya que no sabía a que se refería. Al leer el artículo, ya me di cuenta que había que empezar a comer por el postre, cosa que es rarísima porque nosotros siempre dejamos el postre para el final, pero de vez en cuando hay que tener ganas de hacer o probar cosas nuevas, y ese fue mas o menos mi caso, así que me decidí y lo hice. Desgraciadamente, ese día tenía lentejas..

En primer lugar, me tomé un poco de chocolate que es siempre lo último que me tomo después de la fruta ( no siempre), como aperitivo. Después, lo habitual, una naranja como postre, aunque en este caso sería el primer plato. El supuesto segundo plato, una ensalada rica en vitaminas y proteínas, y por último el postre, lo menos deseado, las lentejas.

Al final de todo esto acabé como con un mal sabor de boca, porque nosotros estamos acostumbrados a comer diferente, pero puede haber algún lugar en el que se coma así, nunca se sabe, desconocemos tantas culturas, sabemos tan poco.


De esta experiencia puedo decir que se puede comer perfectamente al revés, que no te vas a morir si algún día lo haces, también pienso que es mas sano empezar por la fruta y acabar por el primer plato. Me he dado cuenta que probar cosas nuevas de vez en cuando tampoco está tan mal, solo tienes que poner un poco de esfuerzo y ganas, y todo se consigue. Aunque pueda parecer raro, cuando tomas la comida al revés te quedas con menos hambre que si la comes como normalmente se suele hacer, y también es gracioso ver como tus padres comen al revés que tu, tiene como un sentido poco lógico, pero a la vez divertido.

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